ENVÍOS GRATUITOS A TODO ESPAÑA POR COMPRAS A PARTIR DE 100 €
¡Hola! Soy Pilar y ya que has llegado hasta aquí, me gustaría contarte mi historia.
Siempre he sido una persona tremendamente curiosa y nunca he perdido las ganas de jugar de cuando era niña. Nací en el Empordà y cuando acabé el instituto fui a Barcelona a estudiar interiorismo. Al llegar, la ciudad me fascinó y enriqueció interiormente a partes iguales: no me cansaba de perderme por sus calles, ir a conciertos y descubrir museos.
En enero de 2001, el MACBA organizó una exposición de la artista Tacita Dean. Si su obra me fascinaba, la lona que colgaba de la farola anunciando la exposición, aún más. Era una banderola preciosa. De hecho, me gustó tanto que hice todo lo posible para conseguir una. En las charlas y gestiones que tuve que hacer para conseguirla, descubrí mucho más de lo que había imaginado, como, por ejemplo, que todas las banderolas que había colgadas por la ciudad se tiraban directamente al vertedero: ¡no se reciclaba absolutamente nada!
Cuando finalmente consigo una y la puedo manipular a mi antojo, tomo conciencia de todas las posibilidades que tiene el material. La verdad es que las opciones creativas son infinitas y de repente se abre un mundo ante mí.
Con este entusiasmo, empiezo a trabajar en una colección de piezas hechas a partir de banderolas y decido presentarme a la convocatoria 2002 de La Santa Projectes Culturals, dentro de la III Edició del BAC (Barcelona Art Contemporani). Diseño un babero, un delantal, una bolsa e incluso el uniforme del personal de un hipotético museo, con piezas que cambian según la exposición que acoja en aquel momento.
El proyecto es seleccionado por el festival y lo exponen en los escaparates de la emblemática tienda Vinçon, en Paseo de Gracia de Barcelona. ¡Creedme cuando os digo que ver mi trabajo en un espacio cómo aquél fue una experiencia indescriptible!
Por aquel entonces empiezo a colaborar con ayuntamientos y ferias. En mis manos, sus pancartas se convertían en regalos de empresa y merchandising. Además, ver como las empresas e instituciones se hacían cargo de sus residuos era muy reconfortante.
No me detengo aquí: continúo creando y experimentando con nuevos materiales.
La moqueta es muy versátil y empezamos a pensar cómo podemos darle otra vida, pero de nuevo descubrimos que los rollos de material van a la basura y no se reutilizan. No obstante, tomamos conciencia de que no es el momento para forzar el proyecto y, aunque nos sentimos un poco impotentes ante los hechos que se imponen, encontramos una alternativa de la mano del Centre d’Artesania de Catalunya. Con su ayuda, llevamos la bolsa a la feria de Munich.
En 2008, después de llevar un tiempo creando, experimentando y divirtiéndome con materiales aptos para reciclar, me llega una propuesta para diseñar producto a partir del reciclaje de banderolas, para la Expo de Zaragoza. A medida que me implico en el proyecto me doy cuenta de que, por razones que no vienen a cuento, aquel no es mi sitio. Aunque el proyecto no sale bien, aprendo lecciones importantes y conozco gente que, a día de hoy, aún forma parte de mi vida, así que, sea como sea, valió la pena.
Aún y así, quedo tocada y opto por llevar el negocio familiar: una tienda de artículos de playa en la Costa Brava, que me ayuda a sanar heridas y recuperarme.
Desde hace ya un tiempo, la niña curiosa que llevo dentro ha empezado a despertar y quiere volver a jugar. Me siento con ganas de crear, experimentar y hacer cambios a través de la acción…
…Y con este entusiasmo renovado, nace 3DNEWTON.
¡Bienvenidas, bienvenidos!
¡Gracias por suscribirte!
¡Este correo ha sido registrado!